La balada de los géneros*
Por Adriana Raggi
El pasado 25 de noviembre fue el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y se habló en casi todos los noticieros y periódicos del país de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2011[1]. De acuerdo a los resultados de esta encuesta casi la mitad de las mexicanas sufrimos violencia de género en nuestras relaciones de pareja y por ello, ante los números escandalosos que arroja, me aboqué a buscarla. La metodología de la encuesta está basada en la idea de que la violencia de género solamente la viven las mujeres, mientras que los hombres son los victimarios siempre y en automático.
Una de las varias preguntas que llamaron mi atención –por su gran ambigüedad y porque muestra que hay un marco prefabricado[2] marcado por una ideología de género que dice: la violencia de género solamente la viven las mujeres, y esto se aclara en el marco teórico de la entrevista[3], en donde constantemente se cita la violencia de género como aquella que los hombres ejercen sobre las mujeres y nunca al revés o de forma intrasexual– fue acerca de la violencia económica en la que se le cuestiona a la mujer si su pareja le reclama la forma en la que gasta el dinero. Esta es una pregunta sumamente ambigua que implica muchas cosas y que no se analiza a fondo, pues simplemente se da como resultado de ella este dato: “asimismo, el 24.5 por ciento de las mujeres reporta haber sufrido por lo menos un incidente de violencia económica, que consiste en recibir reclamos por parte de su pareja por la forma en que gastan el dinero […]”[4]. De este modo, la encuesta hace un juicio en el que afirma que hacer un reclamo acerca de cómo se gasta el dinero es violencia de género y no analiza el contexto, ni tampoco se pregunta qué situaciones pueden existir tras un reclamo como este.
¿A dónde me dirijo con esto? Lo que esta interpretación de la violencia de género ha hecho es poner a las mujeres en un lugar de víctimas y hacer que los hombres vivan en la culpabilidad, siendo señalados automáticamente como agresores. Y precisamente esta visión de los hombres y las mujeres como victimarios-víctimas ha sido en muchas ocasiones un tema del arte, sobre todo del arte feminista.
Pero existen en el arte otras formas de analizar y ver el género. Uno de los ejemplos que puede ser ilustrador es la serie fotográfica de Nan Goldin La Balada de la dependencia sexual. Esta serie fotográfica, que es un viaje al interior de la vida de Goldin, es un diario personal y público al mismo tiempo, pues la autora lo produce sabiendo que lo deja para ser visto por los demás. En este diario encontramos historias personales que tienen que ver con la convivencia y con los papeles de género. Goldin retrata a sus amigos y a todo tipo de relaciones, viéndolas como una serie de situaciones que enmarcan a todos como pares y como responsables de cada una de las formas de convivencia que existen. En la introducción del libro se escribe:
Por un número de años, tuve una relación con un hombre. Éramos compatibles emocionalmente, y la relación se volvió enormemente interdependiente. Los celos se utilizaban para inspirar pasión. […] Anhelaba la dependencia, la adoración, la satisfacción, la seguridad, pero a veces me sentía claustrofóbica.Éramos adictos a la cantidad de amor que la relación proveía. Éramos una pareja. [5]
Esa relaciónde pareja acabó de forma violenta. En la página 83 del libro encontramos una fotografía de Goldin golpeada, Nan After Being Battered de 1984. Esta fotografía ha sido reproducida en una gran cantidad de publicaciones que hablan del arte feminista y la violencia de género; sin embargo, siempre es sacada de contexto. Lo interesante de la fotografía no es su autora golpeada simplemente, sino el hecho de que se encuentra maquillada, arreglada para verse bien. En la introducción del libro y cuando lo recorremos con la mirada, nos damos cuenta de que Goldin no hace un juicio acerca de la violencia de género, ella nos muestra los géneros en convivencia y nos deja ver que las relaciones entre ellos, entre ellas, entre todos, son complicadas. Son violentas a veces, son amorosas a veces. Son algo que va mucho más allá de las simplificaciones de un reclamo, una palabra, una sonrisa.
El género es una imposición social, una limitante que nos obliga a vivir en ciertas formas y actuar masculina o femeninamente. A llorar, a no llorar, a ser débiles, ser fuertes, y parece ser que también a ser víctimas y victimarios, de acuerdo a este tipo de encuestas e interpretaciones de la violencia de género. El arte, por otro lado, nos da la oportunidad de ver más allá de esas simplificaciones. La pareja arte y género no es ese lugar de denuncia de la violencia hacia las mujeres, es mucho más; es la posibilidad de explorar varios lugares y formas de convivir, mostrar y cuestionar los papeles asignados por el género. Nan After Being Battered es solamente una muestra de cómo esa pareja de elementos puede trabajar.
*Este artículo se publicó originalmente en en Aurea Visura. Revista de artes visuales, diseño y comunicación visual, FAD, UNAM. Año 2, No. 7, marzo – abril 2014
REFERENCIAS
1] http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/Proyectos/Encuestas/Hogares/especiales/endireh/endireh2011/default.aspx, consultado el 25 de noviembre de 2013.
2] Es interesante observar que existen metodologías para manipular encuestas, para esto se puede consultar la siguiente página de internet: http://www.fluvium.org/textos/etica/eti364.htm, consultado el 28 de noviembre de 2013.
2] Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI, (2011) Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares ENDIREH 2011. Marco conceptual, http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/Proyectos/Encuestas/Hogares/especiales/endireh/endireh2011/default.aspx?_file=/est/contenidos/proyectos/encuestas/hogares/especiales/endireh/endireh2011/doc/endireh11_marco.pdf, consultado el 25 de noviembre de 2013.
4] Casi la mitad de mujeres han sufrido algún tipo de violencia con su actual o última pareja, Comunicado de Prensa 138, Dirección General Adjunta de Comunicación Social y Cambio Cultural del Gobierno de la República Mexicana, INMujeres, 24 de noviembre de 2013.
5] Nan Goldin, (2012). The Ballad of Sexual Dependency, 2a. ed., Nueva York: Aperture. p.8. (La traducción es mía con propósitos de este texto).
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